Emprendedores Famosos III: Walt Elias Disney

Cuando se piensa en el nombre Disney, suele ir acompañado de una pequeña sonrisa de añoranza por la infancia. Todo el mundo se imagina a Walt E. Disney como un hombre bonachón, rodeado de niños. Sin embargo era un agresivo empresario, que con sólo 19 años emprendió su primer negocio.

Si la estrategia de Ingvar Kamprad como emprendedor era la inversión de ganancias, Walt Disney era un empresario de la innovación.

Cuando, sobre 1924, Disney perdió los derechos de Oswald, the lucky rabbit, ante Universal, se vio obligado a crear un nuevo personaje, Mickey Mouse, el cual seguía la misma linea de cortometraje de animación mudo que Oswall. Este nuevo proyecto fue un fracaso, sin embargo Disney apostó por una nueva técnica: La sincronización de sonido.
Así, el ratón más famoso del mundo empezó su carrera hacia el estrellato.

Blancanieves y los siete enanitos supuso la gran apuesta de Disney. Apostó por un largometraje de animación, que usaba una técnica nueva que permitía el color, el Technicolor, y además una nueva manera de dar profundidad al dibujo, la cámara multiplano (invento del propio Disney). Este proyecto se conocía en los círculos como “la locura de Disney”, hasta el punto de que su propia familia intentó disuadirle. Sin embargo la fe ciega del emprendedor Disney era mayor. El resultado, uno de los mayores éxitos en el cine hasta el momento.

La diversificación de la animación llegó más tarde, con series de animación, cómics, o los largometrajes de acción real…Disney dijo en más de una ocasión que su única meta era “llegar al mayor público posible”.

Su otra gran apuesta fue la creación de un parque temático, el cual en un principio iba a ser únicamente para empleados y familia.
Hoy en día, The Walt Disney Company gestiona 18 parques de atracciones y 39 hoteles.

Todo esto siempre estuvo muy acompañado de un personal inmejorable, y de la obsesión de Disney por mantener una gran calidad en sus producciones.

Aquí os dejamos la primera película en la que aparece Mickey Mouse, Plane Crazy, en 1928 (el sonido fue añadido posteriormente, cuando Disney descubrió la sincronización de sonido)